miércoles, 6 de enero de 2010

Al partir: Ni un beso, ni una flor

Son casi las cuatro de la mañana del seis de Enero. Me he levantado después una pesadilla que aunque no es directamente el tema sobre lo que escribo está bastante relacionado. Supongo que haberme acostado tan tarde tras haber hablado hasta las tantas sobre algo similar con cierta persona (gracias Jam-Jam) y escuchando cierta canción que crea paranoia en el mp3 (gracias Raoden) noto que todo se me vuelve encima otra vez a causa de un trauma que es imposible superar a corto plazo para cualquiera: las ex novias que te dejan.

Me he levantado de la cama y el reproductor esta casi sin batería. Lo paro y me dirijo al escritorio. Tomo aire y me pongo a lo mío.

Por vivencia personal e historias que me cuentan allegados hay 3 tipos de ex: las que siguen siendo tus amigas, de las que no vuelves a saber nada y las de que te jode seguir teniendo noticias.


Con las primeras, te tienes que limitar a quedar con ellas para tomar café, hablar, haceros regalos en fechas señaladas, seguir teniendo un contacto con su familia…Cada vez que las ves notas el cosquilleo en el estómago.

Te arrepientes de haber llegado hasta el punto de no retorno en el que sabes que eres más que un amigo, pero no tanto como un novio. Es algo realmente frustrante.

Toca aguantar si le va mejor que a tí con una máscara en la cara que tiene una sonrisa por delante y casi unas lágrimas por detrás. Te alegras por ella, pero te jode que sea así.

Las conversaciones siempre acaban llegando a lo mismo: lo que pudo ser y no fue. De vuelta a casa solo te queda el consuelo de poder seguir viéndola y volver a intentar algo con ella cuando se tercie…



Por otro lado están las ex novias de las que no vuelves a saber nunca. Quizás sea la que más duelen.

Tener que levantarte todos los días y aunque ayer prometiste no volver a pensar en ella, cuando estas desayunando te la acabas imaginando siempre delante de ti sonriéndote.

Te sientes fatal porque no solo te toca luchar contra la incertidumbre de no saber que ha sido de ellas y sabes que es tarde como para retomar el contacto. No sabes y quieres saber si aún se acuerda de tí. Pero hay algo más, las eternas preguntas que es realmente las que te hacen polvo y sabes que nunca tendrán respuesta: ¿Tan malo fui con ella para que realmente no quiera volver a saber de mí? ¿Tan hijo de puta he sido? ¿Me dejó por que duele tanto tenerme y amarme?



Las últimas, suelen ser aquellas con las que tienes algún amigo en común. De vez en cuando las ves aunque no es por voluntad propia. Vivís en el mismo barrio, o lo que he comentado anteriormente, hay una amigo/a en común, por lo que es inevitable evitarlas.

A estas les acabas cogiendo asquete por algo ya sea por la forma en que te dejaron o como se comportan desde aquello. Cuando las ves actúan como si fuesen tus mejores amigas y nunca hubieran roto un plato. Sus ambiciones ya no son las mismas que las de antes. Ahora se echan novios de los que presumen ante sus amigas, se pasan el día en el gimnasio intentando tener la misma figura que la Barbie último modelo. Pobres ilusas…no se dan cuenta que tener 2kg mas en el cuerpo no es estar más buena, sino tener cerebro.


En fin esto es lo que hay. A las primeras deciros que ya nos veremos, para las segundas solo espero que todo os vaya bien y a las terceras que no os guardo rencor, pero que os jodan…

Acabo de escribir las últimas letras. Ahora en mi cara hay una sonrisa malévola, miro por la ventana la calle, mis manos sujetan una taza de chocolate caliente y Moonlight Sonata de Ludwig van Beethoven está sonando en mi cuarto. Os juro que Kubrick hubiese matado por haber filmado este momento...

3 comentarios:

Sophia Noel dijo...

Me encanta..pero lo jodido esta cuando..tienes con el mismo ex..varias de esas relaciones..un dia hbalamos de la bipolaridad!

Raoden dijo...

"Os juro que Kubrick hubiese matado por haber filmado este momento".

Sencillamente, increíble. Hay veces que te encuentras sencillamente solo, pensando en tus cosas, que son tan profundos como una escena de una buena película.

Anónimo dijo...

Las segundas también se acuerdan de ti.