martes, 20 de octubre de 2009

La noche de fiesta: El cumpleaños de un amiga.

Esta entrada nace no como una noche en particular, sino, como un conjunto de ellas concentradas únicamente en una. Con esto quiero decir que la última noche en la que salí de fiesta no me sucedió todo lo pretendo contaros, pero si juntásemos 2 o 3 de mis salidas nocturnas en el último mes (y seguramente de los vuestros) el resultado sería bastante parecido.

Paso sin más preámbulos a la entrada, la noche de fiesta: el cumpleaños de una amiga.

Todo empieza unos días antes, la fiesta debe ser súper planificada. Todo el mundo esta avisado. Todo el mundo tiene ganas . Todo va como la seda. A partir de aquí de culo y contra el viento.

Los primeros enfrentamientos son el mismo día en el que se va a celebrar el botellón. Se producen entre los que lo están preparando concienzudamente y los que supuestamente van a acudir. Lo que el viernes estaba acordado, hoy disgusta a la mayoría, y cosas de la vida, aunque no hay provocación, se quejan. No les gusta ni la hora, ni el sitio ni la gente que va así que la mitad de los que iban a ir se rajan, dejando a la pobre chica del cumpleaños con el marronazo de tener que volver a planificar muchas cosas sin apenas tiempo.

Primer inconveniente que ponen: la hora. A nadie le parece adecuada. Siempre es muy pronto. Bueno, creo que llego el momento, voy a empezar a ensañarme ya: A ver gentuza, siempre hay que quedar pronto, porque precisamente los mismos que decís que es demasiado temprano, sois lo que llegáis tarde y toca esperar siempre ya que misteriosamente soy los que os quejáis los que os ha surgido un percance que os hace retrasaros. Si quieres hacer el botellón a las 23.00 hay que queda como muy tarde a las 21.30, ya que si pretendes quedar con casi 25 personas (o más) siempre hay al menos 7 imprevistos que afectan a invitados (ya sea de forma individual, parejas o grupos que se van juntando según llegan a la zona de la quedada) por lo que se retrasará la llegada de unas 15 personas mínimo. Esto retardará el botellón entre 30 y 45 minutos (ya son las 22.00 como poco) y también encontrar el sitio exacto con las llamadas propias al organizador (22.15). Después de que casi todos estéis reunidos y ya entenderéis el casi, toca saludarse y contarse batallitas de la semana. La verdad, es que aunque han estado hablando por MSN hace un par de horas, siempre queda por contarse algo (22.25).

Hay que comprar y una manada de jóvenes con ganas de fiesta no se pone de acuerdo a la primera NI DE COÑA. Toca discusión de 10 minutos como poco (22.35). Después se os ocurre la brillante idea de juntaros por grupos más pequeños y poneros de acuerdo entre vosotros que también es complicado. Unos quieren Brugal, otros dicen que eso es caro, que mejor Negrita, otro ya esta pagando el vino y la coca cola sin el consentimiento del resto del grupo….Hay que coger patatas para picar, cuenta vasos y coger hielos. Consejo que siempre doy: coger otra de hielos. Respuesta: ¿pa’ que?... Bueno, he avisado...


Toca pagar. El pobre chino que siente que su tienda esta siendo asediada por una panda de bárbaros con ganas de montar una bacanal, hace las cuentas con la calculadora. Antes de que pueda decir nada el espabilado del tu grupo ya se ha tomado la libertad de tomar prestada la maquinilla de sumar y lo ha dividido entre el número de personas. Dice: 5`74 € cada uno. No, esta vez tampoco hay que pagar un precio normal. Hay que quitar las pelusillas del fondo del monedero y usar esas monedas cobrizas que tu pensabas que venían de serie con la cartera. Ponéis todos el dinero y faltan como no 5`74 €. El listo/a de turno que esta comprando tabaco. Toca a otro ponerle lo que debería poner él/ella pero nuestro colega se va a callar y no discutirá con la intención de poder cobrarse, (con el afán de joder por supuesto) casi los 6 pavos del botellón en cigarrillos. Creedme 6 euros en tabaco por persona y por noche, son muchos cigarrillos por persona y noche. Pero la avaricia del ser humano, no tiene límites.

Ya son las 22.55. Vaya, vaya…son casi las once y no hemos llegado todavía al sitio para hacer botellón ¬¬…

Toca decidir el sitio (que supuestamente estaba decidido desde hace casi una semana). Aquí la noche puede tomar 2 caminos: el primero, te quedas en el barrio. Esto supondrá que harás botellón pero te quedaras en el cutre-pub de la esquina hasta que os muráis del asco o cirrosis tomando chupitos (esto se debe a que la gente le da el bajón y se apalanca en cualquier rincón, como un osos a punto de empezar hibernar). El segundo, vas a un parque cerca de una discoteca y haces botellón allí. Supondremos que esta será una noche ideal y no real. Elegiremos pues la segunda opción.

Llegas a un parque cerca de la disco en cuestión. Si estas en Madrid no tengo ni que decir que las luces no estarán encendidas. No es que los gatos seamos súper ahorrativos sino que hay que recortar gastos después de pagar las olimpiadas que no nos han dado. Y ya que no ganamos (aunque según mi alcalde tampoco perdimos) yo pediría un par de antorchas olímpicas al COI o directamente un pebetero,en plan premio de consolación, para alumbrar las zonas de Madrid poco iluminadas.

Retorno al parque oscuro. Llegáis los 25 y os ponéis a beber. Después del segundo cubata apenas quedan hielos (lo dije) y es que entre tanta copa y el viaje la mitad se derritieron y la otra esta agotada.

Es el momento de sociabilizar. Vas a un grupo cercano que no conoces de nada y te pones a hablar con ellos y de paso a pedir hielos, tabaco e incluso algún número de teléfono a alguna chica. (Nota: procura que la chica no tenga novio. De lo contrario, pelea. Esta es una noche ideal y no habrá peleas, al menos de momento).

Te llama alguien coges el móvil. Como no es una persona que en principio no iba a venir, pero vienen. No tiene ni puta idea de donde esta, no pregunta a nadie por la calle (puede ser que le coman) y decide adentrarse en el parque. Te toca ir a buscarla. Coges por banda a un colega que no esté muy chuzo para que te acompañe. Si tienes suerte, la persona que buscas estará en el mismo parque que tú, si no puede pasar que se encuentre en el parque de enfrente en el de un par de calles mas abajo o que como el dice, que se haya distraído un poco conduciendo y ahora se encuentre en el parque, pero de Monfrague. Después de vagar 1/2 hora entre setos arbustos y barro, puede que te mande un mensaje diciéndote que se le quitan las ganas de fiesta y que no va.

Repito: es una noche ideal. Estará en el mismo parque que tú y le encuentras. Además pronto.

Vuelves al botellón. La mitad de la gente ha desaparecido. Llego la policía y está pidiendo documentación. Muchos han huido ya que tienen avisos y al segundo toca multazo (con algo hay que pagar la gente que va a tener encendido el pebetero y las antorchas, que aunque hayan salido gratis, eso lleva un mantenimiento…).

No te acercas, tu y tus 2 amigos observáis desde lejos a los que resignados les toca dar su DNI o pasaporte y los que están vomitando por la carrera. Después de que lo pitufos se vayan la manada se concentra y decidís moveros hacia la discoteca. A muchos les tocará estar callados en la fila para no aparentar lo borrachos que van y no les tiren.
De camino hacia allí ves que vas madurando y empiezas a sentirte un don nadie entre la gente que se mueve por allí. Creo que es un buen motivo para cambiar el estilo que he usado hasta ahora y me pondré más crítico, mucho menos simpático.

Llegas a la famosa discoteca. Sinceramente, es llegar allí, y todo te parece sacado de una película del noreste de Europa en inicios de los años cuarenta.

Colocado entre un muro de piedra y una valla metálica, vigilantes con abrigos largos que cubren hasta sus rodillas que te ordenan que te muevas gritándote. Llegas al principio de la cola y tras mirarte de arriba a abajo para averiguar si eres apto te dicen: nombre y lista. Acongojado contestas. Tú consigues pasar, pero siempre hay algún conocido que no lo logra por cualquiera de las más inverosímiles razones: solo llevas un pendiente (el número de perforaciones impares es muy macarra y el de las pares no, eso es to' fashion); tu pelo esta demasiado de punta por algunos lados (crestas o flequillos inadecuados que oscilan de forma aleatoria); o directamente no pasas porque yo no quiero.

Es el momento de convencer al soldado de la frontera entre la salvación de la noche al otro lado del cordón y la decepción de volver a casa, de que vamos todos juntos lo que implica 2 posibles soluciones. Todos se salvan o a todos los tiran. repito, noche ideal.

Esta última vez, pasamos todos, si no hubiera sido así, vuelta y cada mochuelo a su olivo. Del lugar en cuestión no voy a comentar nada a fondo solo un par de pequeños matices propios de los sitios de fiesta: imposible moverse por la gran concentración de personas, prohibido hablar con nadie (por elevado volumen de la música), cualquier producto increíblemente caro para cualquier economía media o media baja (¿de veras no estamos en la Alemania de los cuarenta?). Por supuesto dejando a un lado todos los tíos que se degradan por un poco de contacto físico con una mujer y casi el mismo número de chicas que se dejan tocar por algo de cariño. Repito que personalmente no me gustan este tipo de sitios así que las pocas veces que voy suelo salir pronto de allí.

Abandonas el lugar. Al que llame soldado anteriormente, como no, tiene bronca. Nuestro hombre de negro, tiene agarrado a un chaval por la pechera dejándole bien claro quien es el que manda. Todo esto sucede ante la mirada atónita del resto de personas que se acumulan en la fila y como no entre las sonrisas malévolas del resto de compañeros de oficio. Cuando ya ha soltado una pequeña porción de su rabia aparenta que le deja huir. Craso error, sólo espera a que ser inferior a el haga un mínimo movimiento de labios para acechar de nuevo. Pero esta vez irán el y 2 coleguitas más para mostrar su "capacidad de persuasión" y explicarle las razones por las cuales no puede pasar. Poco después vuelven con los abrigos grises por el polvo (¿repito a que me recuerda esto?).

Esta vez se a ciencia cierta de que no hubo golpes, pero quiero recordaros que en otras salas de fiestas ha habido anteriormente agresiones con los porteros. Esto supuso incluso la muerte de gente implicando que muchas discotecas tuvieran que limpiar su nombre y bautizar sus salas de otra manera.

En este punto creo que debemos valoras ciertas cosas.

NOTAS IMPORTANTES:

1. Curioso que una elevada parte de los porteros de discotecas tengan procedencia de Europa del este. Añado que quizás a sus vuestros vecinos polacos no les gusten una mierda los métodos que usáis para ganaros la vida.
2. Más curioso aún que una de las discotecas que usa tales tácticas con las que estoy pudiendo centrar mis símiles se llame Bohemia. Por definición Bohemia, se dice de la vida que se aparta de las normas y convenciones sociales (La vida del que selecciona el cliente que entra).

Por cierto Bohemia también es uno de los protectorados cuyo presidente (dictador) apoyo a Hitler que durante la 2º Guerra Mundial a pesar de la disconformidad de la resistencia del país hasta que paso a ser territorio rojo en 1945. Todo se pega chicos…

Después de esto toca la vuelta a casa. Toca ayudar a los amigos borrachos (los que lo iban antes de entrar a la sala que ahora tienen resaca y los que lo van después de salir). Esperar los búhos, muertos de frío. Tienes que subir al autobús con un borrachuzo colgando de tus espaldas picar por tí y por tu lastre. Si hay asientos (hipotético caso muy poco probable, pero es una noche ideal) le sientas y toca estar al loro por si le dan ganas de vomitar a tu colega, lo cual implica bajarse, desalojar fluidos y tener que esperar a otro bus lo que supondría 30 minutos más de viaje. Muchas veces toca subir a los amigos a su casa o a la tuya propia cuyos tronchantes efectos contaré en otra entrada más adelante.

En fin esto es una noche de fiesta por el cumpleaños de una amiga. Menos mal que para que esto se repita faltan 365 días…

En este momento Loren me llama por teléfono y me dice:
Berto, que la semana que viene es el cumple de un amigo. ¿Te apuntas?
……..Mierda


1 comentario:

Sophia Noel dijo...

Todos tus gatos tienen 5 patas...No tienes remedio..asique..sigue asi!!..me gusta lo que estas haciendo!!